DECRETO 149/2014, de 18 de noviembre, del Consejo Social de la Cultura de Cataluña.

SecciónDisposiciones Generales
EmisorDEPARTAMENTO DE CULTURA
Rango de LeyDecreto

El Estatuto de autonomía de Cataluña establece en el artículo 43.1 que los poderes públicos deben promover la participación social en la elaboración, la prestación y la evaluación de las políticas públicas, y también la participación individual y asociativa en los ámbitos cívico, social, cultural, económico y político, con pleno respeto a los principios de pluralismo, libre iniciativa y autonomía. Asimismo el artículo 127 del Estatuto de autonomía de Cataluña atribuye a la Generalitat la competencia exclusiva en materia de cultura, que comprende en todo caso las actividades artísticas y culturales que se llevan a cabo en Cataluña, el patrimonio cultural, los equipamientos culturales que no son de titularidad estatal y el fomento de la cultura.

La cultura, en cualquiera de sus facetas, es fundamentalmente un asunto individual, cívico y social. No solo con respecto a la creación, las prácticas y el consumo, sino también con respecto a las iniciativas —económicas o no lucrativas— que hacen efectiva la producción de bienes y servicios culturales, respecto de las cuales el papel de los poderes públicos es subsidiario y de fomento.

De hecho, en Cataluña singularmente la cultura ha sido promovida y sostenida por la sociedad a través de una multiplicidad de iniciativas personales, cívicas y empresariales que han configurado nuestra realidad cultural contemporánea.

En la actualidad, y al margen de la presencia de representantes cívicos y corporativos en los diversos consejos rectores de los equipamientos y las instituciones culturales públicas, la Administración de la Generalidad dispone de algunos instrumentos de participación y seguimiento de las políticas culturales que ejecuta a través del Departamento de Cultura.

La Ley 6/2008, del 13 de mayo, del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes, asigna a este organismo el objetivo principal de velar por el desarrollo de la actividad cultural y artística en Cataluña y, a efectos de asegurar su independencia respecto de la Administración, establece el mecanismo de nombramiento de sus miembros por el Parlamento. Si bien sus funciones son de carácter general, su actuación se dirige primordialmente al análisis y fomento de la creación y la difusión artística.

Con una larga tradición desde su creación el año 1907, la Junta de Museos de Cataluña es la expresión de la colaboración y participación institucional en la gestión de los museos de Cataluña y las colecciones y bienes que los integran.

El Decreto 116/2005, de 14 de junio, del Consejo Social de la Lengua Catalana regula la composición y el funcionamiento de este órgano colegiado, creado el año 1991, y establece su función de asesoramiento, consulta y participación social en la política lingüística desarrollada o impulsada por el Gobierno.

Otros consejos, derivados de mandato legal o creados por iniciativa del Gobierno, a pesar de no estar adscritos al departamento que gestiona las competencias en materia de cultura, también tienen relación directa o parcial con el sector cultural. Entre ellos, se pueden mencionar el Consejo del Asociacionismo y el Voluntariado de Cataluña, el Consejo Catalán de Formación Profesional, el Consejo Asesor de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, el Consejo Asesor de Turismo o el Consejo Escolar de Cataluña.

Las múltiples dimensiones de la cultura, la económica, la laboral, la educativa y la social, se han convertido en uno de los pilares del desarrollo de Cataluña. Los datos contrastados a lo largo de los últimos años ponen de relieve que el sector cultural, definido a partir de la clasificación acordada por la UNESCO el año 2009, hace una aportación significativa al PIB catalán y constituye una parte importante del mercado de trabajo catalán. Asimismo, Cataluña dispone de una gran cantidad de oferta educativa en el sector de las artes y la cultura, especialmente con respecto a los estudios superiores y profesionales, que no solo son un factor clave en la vitalidad de la creación y la producción cultural catalana sino que forman parte de la potencia cultural del país.

La cultura provee a la sociedad de una gama amplia de valores que, en buena parte, la definen. El valor intrínseco de la cultura provee a las personas y a las comunidades de los elementos que determinan el conocimiento, las creencias, las percepciones, las actitudes y los sistemas de relación. Su valor instrumental juega un papel auxiliar y complementario en la consecución de otros objetivos de carácter económico o social, tanto en términos de cohesión como de desarrollo. Y, finalmente, su carácter institucional contribuye directamente a la generación y la consolidación de los instrumentos que vertebran la sociedad y garantizan la...

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