DECRETO 200/2005, de 27 de septiembre, por el que se otorga la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña al señor Gregorio López Raimundo.

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Rango de LeyDecreto

DECRETO

200/2005, de 27 de septiembre, por el que se otorga la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña al señor Gregorio López Raimundo.

Con la concesión de la Medalla de Oro al señor Gregorio López Raimundo, la Generalidad de Cataluña quiere manifestar el máximo reconocimiento a su larga y meritoria trayectoria política como luchador antifranquista.

Gregorio López Raimundo ha sido durante muchos años el más destacado dirigente del Partit Socialista Unificat de Catalunya, el PSUC, uno de los partidos nacionales catalanes de mayor protagonismo en la lucha por las libertades durante la dictadura del general Franco y en los años iniciales de la construcción del nuevo marco democrático y autonómico catalán.

Muchas son las razones que avalan este reconocimiento. En primer lugar, Gregorio López Raimundo representa a los miles y miles de trabajadores que, venidos a Cataluña a lo largo del siglo XX en busca de trabajo, se arraigaron profundamente en nuestro país. Nacido en Tauste, en Aragón, en 1914, de joven se trasladó a Cataluña con su familia y muy pronto se incorporó a la vida social, sindical y política del país de acogida. Y en segundo lugar, y sobre todo, porque Gregorio López Raimundo ha empleado buena parte de su vida en la lucha por la democracia, la autonomía y la transformación social de nuestro país. Su compromiso político se inició durante la Guerra Civil, de 1936-1939, como militante de las Juventudes Socialistas Unificadas, como combatiente en el frente y como activista en la retaguardia, en defensa de la legalidad republicana.

En 1939 fue uno de los miles y miles de exiliados y tuvo que vivir desplazado, como refugiado político, en Francia, México y Colombia. Coherente con su compromiso político, tuvo el coraje de decir no al franquismo y de proclamar que había que resistir y luchar contra la dictadura. Por eso, en el año 1947, tomó la arriesgada opción de volver a Cataluña y actuar en la clandestinidad como responsable de la organización del interior del PSUC. Cuatro años después, en 1951, fue detenido y torturado por la policía franquista. Gracias a una amplia campaña de solidaridad de alcance internacional se consiguió evitar que fuera condenado a muerte en el consejo de guerra al cual fue sometido.

Beneficiado por un indulto, fue expulsado del país en 1954 y reemprendió la vida de exiliado en Francia. Desde principios del 1960 retornó a la vida clandestina y desde entonces, y hasta finales de octubre de...

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